El Juzgado de Primera Instancia número ocho de Valladolid ha condenado a Banco Santander estimando la nulidad por error y vicio en el consentimiento de un contrato swap adquirido por una pyme.
La empresa afectada adquirió el IRS porque pensaba que se trataba de un seguro que protegía ante la subida de los tipos, convirtiendo el tipo variable en fijo.
En realidad, el producto era una permuta financiera, cuyo contenido y funcionamiento, el demandante afirma que no fue explicado. Además, alega que la entidad exigió la contratación del swap para la firma del préstamo que solicitó.
El Juez no ha podido acreditar la imposición del producto por parte de Banco Santander, pero tampoco la existencia de simulaciones y diferentes explicaciones que mostraran el producto en toda su profundidad, permitiendo a un cliente sin experiencia en estos productos entender su funcionamiento.
El único documento acreditado por el banco es un test de idoneidad que califica al cliente como profesional, lo que le niega la máxima protección a la que están sometidos los clientes minoristas. El cliente jamás tuvo acceso a este test para mostrar su disconformidad con el resultado, y vista la falta de experiencia con estos productos financieros complejos y especulativos, el Juez no ha tenido en cuenta esta prueba.
Además, la sentencia ha señalado la necesidad de explicar con simulaciones y cifras reales la posible cantidad a la que se somete el cliente en caso de cancelación anticipada. Un factor clave a la hora de firmar el contrato. El Juzgado considera que el demandante no habría firmado de saber que el coste de cancelación era de más de 57.000 euros.
Dirección Letrada: José Luís Fernández de Lamadrid
Banco: Banco Santander
Producto: Swap.
Perfil: Pyme.
PDF:S_130528_BSANTANDER_JPI8_VALLADOLID_PYME_SIN.pdf