65yMas – Pepa Montero – 29.09.19
Desde el día 1 de septiembre y durante un periodo inicial de tres años, en Nueva Zelanda será legal abonar en criptomonedas el salario de los trabajadores por cuenta ajena. Según la legislación aprobada el pasado 7 de agosto, los criptoactivos representarán de forma regular una parte fija de la retribución de los asalariados. Y en China, el Banco Central ha anunciado que está a punto de lanzar su proyecto de divisa virtual, después de más de cinco años de trabajo.
Pero, ¿qué son las criptomomedas? ¿Es fiable y rentable invertir en ellas?
Se trata de un activo de intercambio digital que utiliza la tecnología de la criptografía para realizar sus transacciones financieras. Al igual que ocurre con otros activos o divisas, estas criptomonedas se suelen comprar en bolsas (exchanges, en la terminología usada por los operadores) y se almacenan en monederos (wallets) electrónicos.
Riesgo inasumible para las personas mayores
Los expertos alertan de que son productos muy peligrosos, volátiles, complejos y, por lo tanto, solo aptos para los iniciados, es decir, personas con gran cultura financiera y sólidos conocimientos de cómo funcionan los mercados. Por esa misma razón, suponen un riesgo inasumible para las personas mayores, que en general son ahorradores conservadores e inversores amateur.
En opinión de Luis García-Langa (@luisgarcialanga), director de Corredordefondos.com (@CorredorDfondos) y asesor de Sidiclear SICAV, el principal peligro de las criptomonedas es que «la gente invierte, o mejor dicho, apuesta, sin tener ni idea, y es muy fácil que pierda el dinero. Son un activo que no se sabe muy bien cómo funciona ni qué futuro tendrá. Lo único que se sabe es que es muy volátil: ante cualquier movimiento, su cotización sube o baja muchísimo». Para este experto, lo positivo que tienen las criptomonedas es la tecnología blockchain, pero no se puede confundir esta tecnología, que seguro que funcionará muy bien, con la criptomoneda que la utiliza».
Tal y como recuerda García-Langa, la criptomoneda es un activo que se dice que servirá como medio de pago, «pero hoy por hoy esto no es así, solo sirve para especular. De hecho, el único uso de la criptomoneda como medio de pago es el que se realiza para actos delictivos. Además, un medio de pago no puede ser tan volátil; cotizar hoy a 11.000 dólares y mañana a 6.000 dólares», remacha el director de Corredordefondos.com.
Control descentralizado
Una de sus características es que tienen un control descentralizado, es decir, no las pone en el mercado un organismo centralizado (no las emite el banco central de un país), y funcionan como una base de datos donde las anotaciones se hacen mediante blockchain (cadena de bloques). Esto implica que un registro solo puede ser modificado o validado si lo hacen todos los integrantes de la cadena.
«Estos activos pueden concebirse en un país, registrarse en otro y negociarse en todo el mundo. Por tanto, es difícil delimitarlos geográficamente. A escala internacional, tan solo en el cuarto trimestre de 2018 la capitalización del criptomercado se redujo desde los 223.000 millones de dólares a inicios de octubre, a los 125.000 millones de dólares a cierre de año (-44%)», explicaba a 65Ymás reciententemente Santiago Carbó (@scarboval), director de Estudios Financieros y responsable del Observatorio de Digitalización Financiera de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas @FUNCASES).
Bitcoin, el criptoactivo más popular y longevo
Aunque circulan más de 2.000 criptodivisas, tres de ellas, bitcoin, ripple y ethereum, concentran el 74% del valor total del criptomercado. El año pasado, bitcoin cerró el ejercicio con una cuota de mercado del 52%. Del total de transacciones, el 32% fueron realizadas con bitcoin.
El bitcoin es la criptomoneda más popular.
El bitcoin, la criptomoneda más longeva y popular, sufre constantes ganancias y pérdidas de valor. En el pasado mes de julio, subió más del 9%, hasta cotizar a 10.000 dólares. También ethereum recuperó un 6% de su valor. Estos repuntes parecían colocar a los criptoactivos como un valor refugio (como el oro o el yen japonés), frente a los vaivenes de los mercados bursátiles causados por la guerra comercial entre China y Estados Unidos. Sin embargo, durante el mes de agosto, las criptomonedas han vuelto a comportarse de manera volátil y sufrir caídas.
Fallos técnicos y ataques informáticos
Patricia Suárez (@WonderWomanPSR), presidenta de la Asociación de Asuarios Financieros Asufin (@asufin_), explica que es «más correcto hablar de criptoactivos puesto que, salvo en contados casos, no se utilizan realmente como monedas», y coincide en señalar que se trata de «un producto especulativo de alta volatilidad que no está regulado y puede ser susceptible de fallos técnicos e incluso ataques informáticos». Por su experiencia en Asufin, Suárez detalla que existen inversiones en criptomonedas mediante CFDs (Contratos por Diferencia), un producto de más riesgo si cabe y que puede ocasionar cuantiosas pérdidas para el inversor. También hay chiringuitos financieros que ofrecen invertir en criptoactivos pero que, en realidad, solo se están quedando con el dinero de los inversores. En España ya se han detectado varios casos».