Valoramos de forma positiva que el Ejecutivo avance en medidas para que la banca arrime el hombro pero seguiremos monitorizando el mercado para detectar si el impuesto provoca subidas de precio
A la espera de conocer cómo quedará el impuesto a la banca tras el trámite parlamentario, consideramos que será difícil vigilar la repercusión del mismo a los consumidores. Por una parte, nos parece positivo lanzar un mensaje de que la banca debe arrimar el hombro en las actuales y adversas circunstancias. Pero por otro, dudamos seriamente de que desde el Banco de España y CNMC puedan determinar qué parte de la subida de las comisiones y tipos de interés de productos se harán por circunstancias del mercado y qué parte por repercusión del impuesto.
A pesar de que el impuesto dota de competencias a la CNMC y al Banco de España para reforzar la supervisión, se nos antoja difícil que esto pueda llevarse a cabo, máxime cuando sabemos que para que las entidades cumplan con el mandato de dar préstamo responsable están obligadas a repercutir todos los costes en el precio de los productos.
Por otra parte, en un momento de subida de los tipos, es difícil controlar dado que el margen de intermediación se eleva: ¿qué parte corresponde a mercado, qué parte corresponde a la repercusión de costes?
Con todo, desde ASUFIN llevamos a cabo un registro pormenorizado de los precios de préstamos, hipotecas y comisiones, y nos mostraremos vigilantes ante cualquier cambio, como así hemos detectado en estos últimos meses, en los que, en un contexto de tipos históricamente bajos, la banca ha elevado sus comisiones. En este sentido, instamos a las entidades financieras a que, ante este escenario de subidas de tipos que supondrá un incremento exponencial de sus ganancias, reduzcan las comisiones y las vinculaciones en favor de los consumidores.