(en la imagen, Roberto, segundo por la izquierda, en un evento contra las malas prácticas bancarias en Gijón)
Roberto Serrano, presidente de Adabankia, acaba de perder a su padre que sufrió un infarto de miocardio una hora después de cobrar el importe de las preferentes. El arbitraje de Bankia le había dado la razón.
Mi primer contacto con Roberto Serrano fue apoyando una acción contra las cláusulas suelo en Gijón que su plataforma había organizado. Aquello pasó dentro de la frenética actividad que manteníamos en 2009 contra los abusos de las entidades financieras como una acción más. Fue Roberto quién me lo recordó años después, cuando ya estaba metido de lleno en la defensa de los preferentistas: su padre había perdido sus ahorros en Bankia.
Roberto desplegó entonces toda su energía volcándose en la defensa de los ahorros de miles de preferentistas. Con su capacidad de organización y de trabajo, además de su generosidad, se volcó en esta nueva causa, en buena parte por amor a su padre, pero también por un sentido de la justicia que muchos de nosotros compartimos y apoyamos. Además, abrió nuevos campos de batalla: el estudio de las secuelas psícológicas de las malas prácticas bancarias o el contacto con empleados de banca para intentar cambiar las cosas desde dentro.
Finalmente, el arbitraje de Bankia le dio la razón a su padre que recuperó sus ahorros el pasado viernes. Sin embargo, esta victoria le trajo una euforia que su corazón, agotado por el disgusto, cansado de la contienda, no pudo superar.
Sit tibi terra levis
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