Los NFT forman un mercado altamente especulativo sin protección para consumidores ni tampoco artistas, con muchas dudas jurídicas al respecto
Aunque es un ámbito de enorme crecimiento y atractivo, en estos momentos los NFT, la siguiente revolución de Internet, carecen prácticamente de regulación, están excluidos del reglamento MiCA, cuya entrada en vigor esperamos de forma inminente, y suscita muchas más dudas que respuestas, según puso de manifiesto hoy el experto en el mundo cripto y profesor de Derecho Mercantil de la UCM, Alfredo Muñoz, en nuestro último webinar organizado en torno al mundo de las criptos.
“Tenemos un mercado altamente especulativo sin protección para los consumidores y para los artistas”, señaló. Hablamos de los tokens no fungibles, o NFT por sus siglas en inglés, que representan algo único y encriptado: música, videoclips, juegos, avatares, moda, arte digital, membresía o participaciones en comunidades, etc. Prácticamente todo es susceptible de estar contenido en un NFT, incluso activos físicos, como una vivienda o un coche.
Muñoz recordó que desde la Comisión Europea ya se ha comunicado que los NFT quedarán excluidos de las categorías existentes de criptoactivos, y por tanto, fuera de la cobertura de MiCA. La propia Comisión se da 18 meses para repensar el tema y, en todo caso, crear un régimen específico para los NFT, es decir, “tendremos un MiCA II, probablemente”, aventuró.
¿Qué regulación se aplicaría a los NFT? “Tendremos que acudir a las regulaciones nacionales, a las normas que tenemos vigentes y que son aplicables”, explicó Muñoz. Y a este respecto, hay mucho vacío legal.
No podemos pasar por alto, por ejemplo, que algunos NFT se utilizan para blanquear dinero: “Encontramos que se han pagado cantidades bárbaras por algunos NFT que muchos no entendemos”, señaló Muñoz que también recordó que OpenSea, con un mercado valorado en más de 13.000 millones de dólares, el mayor marketplace de NFT, ha reconocido que más del 80% de los NFT emitidos de manera gratuita en su plataforma son “obras plagiadas, colecciones falsas y spam”. Son viejas prácticas que recuerdan al mundo “real” en un ámbito altamente innovador, creativo y que despierta un creciente interés.
Y es que los NFT no son solo fotos, vídeos, obras de arte, derechos reales de posesión, también dan la posibilidad relacionarte con personas, prácticamente incorporan lo que se quiera. Hasta el punto de que ya existe la posibilidad de disponer de NFT que no son transmisibles, que son absolutamente caracterizables e individualizables, por lo que realmente no se puede especular con ellos ni pertenecen a un mercado como tal, explicó Muñoz.
Y a todo esto se añade la facilidad que existe para crear estos tokens: “Con un ordenador, cualquiera puede crearlos, ponerlos en el mercado, a través de marketplaces, y esperar una buena oferta”, señaló Muñoz. Pero hoy en día, en la mayoría de los casos, los NFT no son más que certificados de autenticidad del propio NFT emitido por estas plataformas. Pero, ¿el creador certifica la autenticidad? No tenemos solución jurídica a estos y otros muchos problemas.