Banesto ha sido condenada nuevamente por la comercialización de una permuta financiera en una localidad de Alicante. En esta ocasión una PYME ha logrado la nulidad del contrato. El empleado de Banesto no sabía lo que era un swap.
Una pequeña empresa ha logrado anular una permuta financiera con Banesto, además de recibir todas las liquidaciones que tuvo que abonar a la entidad financiera por las liquidaciones negativas del swap.
La jueza del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de San Vicente del Raspeig (Alicante) afirma que nunca existió por parte de Banesto una información completa y precisa sobre los riesgos del producto. La sentencia, además, estima que esta falta de información sobre los riesgos llega incluso al contrato firmado entre las partes.
La complejidad del funcionamiento del producto, la terminología, la ausencia de información detallada y destacada llevan a la magistrada considerar que la PYME cometió un déficit de consentimiento, por lo que acepta la demanda contra la entidad financiera.
La sentencia afirma que ni el propio empleado de la sucursal que comercializó la permuta financiera no sabía ni lo que era un swap, ni poseía la suficiente información como para poder transmitirlo correctamente al cliente. Esto hizo que la empresa aceptase el producto por las características que le contó el empleado: un seguro sobre los tipos de interés.
Dirección letrada: Javier Millet Sancho
Perito: David García Muntané
Banco: Banesto S.A.
Producto: Swap
Perfil: PYME
PDF: S_121211_BANESTO_JPIEI3_SAN_VICENTE_RASPEIG_PYME_SIN.pdf